Continúan los retrasos en el proyecto constructivo de la circunvalación de O Barco de Valdeorras, una vía de tan sólo 6,5 kilómetros que el Ejecutivo socialista de Zapatero lleva demorando desde hace varios años y que permitiría descongestionar de tráfico pesado la villa.
La ejecución de esta circunvalación es fundamental por motivos de seguridad vial y para eliminar de la villa de la gran cantidad de camiones que trasladan la pizarra desde las canteras de la comarca hasta la N-120. Hay que poner fin a graves accidentes como el ocurrido el pasado 23 octubre de 2009, que tuvo como consecuencia el atropello de una mujer por un trailer en el mismo centro de Valdeorras y que vuelven a recordar la necesidad de ejecutar cuanto antes este proyecto.
En respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado Celso Delgado, el Ejecutivo señaló el pasado año que “El Estudio Informativo se aprobó definitivamente el 19 de mayo de 2009. Con posterioridad se ha dado Orden de Estudio para la redacción del proyecto de construcción. En los meses próximos se procederá a la licitación para
la redacción del proyecto”, pero lo cierto es que desde julio no se ha vuelto a saber nada del tema.
Pero lo cierto es que es absolutamente necesario conectar las carreteras nacionales 120 y 536 en O Barco de Valdeorras y se está produciendo un “monumental” retraso acumulado en este proyecto. En junio de 2009 se cumplieron cuatro años desde el inicio de su tramitación y a día de hoy todavía no se ha licitado la redacción del proyecto, por lo que, de seguir con este cansino ritmo, estaremos ante un horizonte de puesta en servicio cercano al año 2012. cuando se había comprometido la fecha de 2009.
Es el momento de los hechos y no de seguir con declaraciones y con anuncios que no se cumplen. Basta recordar que en junio del 2005 el alcalde socialista de O Barco se entrevistó en Madrid con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, y ambos anunciaron a bombo y platillo que las obras de la circunvalación se iniciarían en 2006. La realidad es que cuatro años después no se ha ejecutado ni un metro de obra.
Además, del tremendo retraso acumulado en la gestión administrativa del proyecto hay que añadir el bajísimo nivel de ejecución presupuestaria del Ejecutivo, algo que, sigue demostrando la nula voluntad del Gobierno de llevarlo a cabo.
La ejecución de esta circunvalación es fundamental por motivos de seguridad vial y para eliminar de la villa de la gran cantidad de camiones que trasladan la pizarra desde las canteras de la comarca hasta la N-120. Hay que poner fin a graves accidentes como el ocurrido el pasado 23 octubre de 2009, que tuvo como consecuencia el atropello de una mujer por un trailer en el mismo centro de Valdeorras y que vuelven a recordar la necesidad de ejecutar cuanto antes este proyecto.
En respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado Celso Delgado, el Ejecutivo señaló el pasado año que “El Estudio Informativo se aprobó definitivamente el 19 de mayo de 2009. Con posterioridad se ha dado Orden de Estudio para la redacción del proyecto de construcción. En los meses próximos se procederá a la licitación para
la redacción del proyecto”, pero lo cierto es que desde julio no se ha vuelto a saber nada del tema.
Pero lo cierto es que es absolutamente necesario conectar las carreteras nacionales 120 y 536 en O Barco de Valdeorras y se está produciendo un “monumental” retraso acumulado en este proyecto. En junio de 2009 se cumplieron cuatro años desde el inicio de su tramitación y a día de hoy todavía no se ha licitado la redacción del proyecto, por lo que, de seguir con este cansino ritmo, estaremos ante un horizonte de puesta en servicio cercano al año 2012. cuando se había comprometido la fecha de 2009.
Es el momento de los hechos y no de seguir con declaraciones y con anuncios que no se cumplen. Basta recordar que en junio del 2005 el alcalde socialista de O Barco se entrevistó en Madrid con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, y ambos anunciaron a bombo y platillo que las obras de la circunvalación se iniciarían en 2006. La realidad es que cuatro años después no se ha ejecutado ni un metro de obra.
Además, del tremendo retraso acumulado en la gestión administrativa del proyecto hay que añadir el bajísimo nivel de ejecución presupuestaria del Ejecutivo, algo que, sigue demostrando la nula voluntad del Gobierno de llevarlo a cabo.
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